Hoy es el 450º aniversario de Michelangelo Buonarroti, también conocido como "El Divino", o Miguel Ángel a secas : ). Esta obra, la Piedad Florentina, es una de mis preferidas y, sin embargo, es curioso, pero al artista no le debió de gustar nada de nada, pues fue él mismo el que decidió romperla a martillazos.
Fue una de sus últimas obras y en un principio Miguel Ángel pretendía que formase parte de su sepultura. De hecho, la representación de Nicodemo, personaje que sujeta a Cristo junto con la Virgen María y María Magdalena, sería un autorretrato del artista.
Bien, pues no se sabe muy bien por qué, aunque se sospecha que pudiese ser debido a un arrebato perfeccionista del autor, pero en 1555 Miguel Ángel rompió este grupo escultórico. Sin "piedad"! jeje. Sin embargo y gracias a la providencia, bueno, más bien a un criado del artista, que recogió los pedazos, y al mecenas Francesco Bandini, se procedió con su restauración. El "restaurador" que entró en escena fue Tiberio Calcagni, arquitecto, escultor y discípulo de Miguel Ángel. Gracias a él dicha obra pervivió y sobrevivió a su propio creador, que también colaboraría en la restauración, supervisando. En fin, arrebatos...